sábado, 7 de abril de 2007

La sencillez de la Flor

La sencillez es la conciencia que dirige una llamada a la gente para que replante sus valores. Es esencial solo puede surgir cuando empezamos a comprender el significado del conocimiento propio. Creemos que es una expresión externa pocas posesiones cosas ropas, pero eso no es sencillez. La verdadera sencillez se origina interiormente y luego se trasmite externamente. Lo que uno es en el interior fluye en el exterior.

Interiormente somos prisioneros aunque en lo externo parezcamos muy sencillos. Deseos, ideales apetitos de innumerables aspectos nos hacen esclavos. Y para encontrar la sencillez debemos ser libres. Cuando nos evaluamos interiormente vamos siendo mas libres y sensibles, cualquier forma de autoridad o coacción interna o externa contribuye a la insensibilidad ninguna forma de coacción puede inducir a la sencillez al contrario cuanto mas nos reprimimos, sustituimos o sublimamos menos sencillez , aunque exista cierta apariencia.

Si uno no es sencillo no puede ser sensible a la naturaleza, árboles pájaros montañas viento mar etc. que nos rodea. La mayoría de nosotros somos muy superficiales en el nivel superior de nuestra conciencia (mente tratamos de ser reflexivos e inteligentes lo cual es sinónimo de religiosidad ahí es donde tratamos de que nuestra mente sea sencilla mediante la coacción, la disciplina, pero eso no es sencillez cuando uno fuerza la mente superficial a ser sencilla, esta imposición no la torna ágil, flexible rápida sino que solo consigue endurecerla. Es extremadamente arduo ser sencillo ya que no debe haber nada escondido tiene que haber ansia por averiguar por descubrir el comportamiento de nuestro ser.

Y eso significa estar alerta a toda insinuación, sugerencia, darnos cuenta de nuestros temores y de nuestras esperanzas investigar y liberarnos de todo eso constantemente. Solo entonces cuando el corazón y la mente son realmente sencillos cuando están limpios de sedimentos seremos capaces de resolver los múltiples problemas que se nos plantean.

El saber no resolverá nuestros problemas ya que estos se resuelven mediante la experiencia directa y para esto ha de haber sencillez lo cual significa que debe haber sensibilidad. El peso del saber embota la mente, el pasado y el futuro. Solo una mente capaz de ver lo que es, el presente, de instante en instante, puede hacer frente a las poderosas influencias y presiones que ejerce sobre nosotros lo que nos rodea. Por eso el hombre religioso no es precisamente el que viste una túnica, o a hecho nosotros sino el que es interiormente sencillo aquel que no esta transformándose en algo.

Una mente transparente tiene una extraordinaria receptividad, porque no tiene barreras, miedos, no va en pos de nada y es por lo tanto, capaz de recibir la gracia de recibir a Dios, la verdad o como te plazca llamarlo. Solo entonces puede haber felicidad porque la felicidad no es un fin, es la expresión de la realidad. A partir de aquí surge la sencillez una humildad que no es virtud ni disciplina. La humildad que se consigue deja de ser humildad. Solo cuando hay humildad se puede hacer frente a las cosas apremiantes de la vida porque ya no se piensa en uno. No mira uno a través de nuestras propias presiones y del sentido de la propia importancia. Se observa el problema tal cual es para resolverlo. Los que nos ofrecen algo positivo son unos explotadores. La mente confusa en conflicto nunca puede ser sencilla. Cuando veamos y observemos todas las cosas falsas y los ardidos de nuestra mente ahí es cuando la verdad la vemos y entonces sabremos que es simplicidad. La sencillez es la acción que no resulta de una idea, es creatividad y mientras no haya sencillez somos como polo de atracción para el daño, sufrimiento y destrucción.

No se puede buscar y experimentar, llega como una flor que se abre en ese momento justo cuando uno comprende todo, el proceso de la existencia y la vida de relación. No hay que buscarla surge cuando no hay yo, cuando la mente no esta atrapada en especulaciones, conclusiones, creencias imaginaciones (acción que no es resultado de una idea). Solo una mente libre puede hallar la verdad, recibir aquello que es inconmensurable, que no puede nombrarse eso es sencillez. Ser lo que uno es en realidad es muy difícil ya que siempre queremos alardear ante los demás aparentar lo que no somos.

La envidia es odio, la vanidad corrompe. Parece difícil ser sencillo. Debemos ser lo que somos y no presumir. La sencillez atrae al inatento, discernimiento para crear pensamientos con esencia. Esta crece en las raíces sagradas, personificando una riqueza de valores espirituales que se manifiestan en las actitudes, las palabras, actividades, y el estilo de vida. La sencillez es hermosa, natural para aquel los que viven una vida superficial y erudita puede ser corriente y carente de atractivo. Para aquellos que poseen el discernimiento sutil de un artista, una vislumbre de sencillez es suficiente para reconocer la obra maestra.

¡Buenas noches!

Por: Wilma Jiménez

10 comentarios:

Nancy Vélez dijo...

Wilma Jiménez: "La sencillez de la Flor"

Si hay algo que me fascina son las flores. Vengo de una familia que tenía propiedades en Adjuntas, en el Centro de la Isla. Mi mamá cultiva orquídeas y mi suegra antes cultivaba los anturios. Nuestra finca estaba llena de míramelinda. Crecen en las orillas de la carretera y parecen tremenda alfombra cubriendo la misma.

Al igual que la belleza tierna y delicada de las flores con su aroma encantador, de igual manera la sencillez nunca podrá ser imitada. Las personas son sencillas o simplemente no lo son. Nadie puede imitar el ser sencillo porque por su peso caerá y grande será su ruina. No puedo imitar la fragilidad de la rosa, que tan pronto toco sus pétalos, ésta pronto se deshoja. Saca una bella flor y colócala en un bello recipiente, en lapso breve de tiempo…se marchitará. Así suele pasarle al que improvisa vivir de apariencias y querer impresionar a los demás.

No sirvo para distorsionar mi imagen. Lamentablemente suelo caer pesada, por lo seria que parezco ser, que no encuentran cómo comunicarse conmigo. Después que tratan conmigo, me han expresado lo equivocados(as) que han estado conmigo, pero nunca he cambiado para impresionar a otros. Me gusta ser yo misma porque considero que dejaría de existir el día que tal cosa haga.

Los cambios comienzan en el interior de las personas. Dios cambia el corazón y se refleja ese cambio de adentro hacia fuera. No tenemos que ir proclamando este cambio radical, la actitud asumida ante las situaciones del diario vivir son las que me evalúan cuánto amo a Dios o si lo tengo en un segundo plano en mi vida. Hay personas sencillas en su léxico, pero profundas en su ejemplo y conducta. La sencillez tiene que ir acompañada por buenas acciones y obras. No se pueden presentar buenas obras para llegar a ser humildes y sencillos. Eso nace en el corazón. Nos hace sensibles al dolor, al llanto, a los sufrimientos y nos identificamos con el que está necesitado. Se aprende a despojarse de uno mismo para ser parte de los demás. No sé si lograste captar mi mensaje.

Concluyo, la sencillez te hace fuerte ante la adversidad y su aroma es un refugio que nadie te podrá arrebatar.

Nancy Vélez

Andrés Rodríguez dijo...

Saludos Wilma:
¡Qué lindo luce el paisaje cuando está cubierto de flores! Es que las flores son el adorno por excelencia de la naturaleza y de cualquier otro lugar. Así como las flores adornan el ambiente, la sencillez es una cualidad que distingue a las personas. Una persona sencilla es digna de admiración ya que la sencillez crece de las raíces sagradas, personificado una riqueza de virtudes y valores espirituales que se manifiestan en las actitudes, las palabras, las actividades y el estilo de vida. La sencillez es hermosa y, como la luna, irradia frescura, en contraste con el resplandor del sol. La sencillez es natural. Puede tener una apariencia corriente y carente de atractivo para aquellos cuya visión está acostumbrada a lo superficial. Sin embargo, para aquellos que poseen el discernimiento sutil de un artista, un vislumbre de sencillez es suficiente para reconocer la obra maestra. La sencillez combina la dulzura y la sabiduría. Es claridad en la mente e intelecto. Los que personifican la sencillez están libres de pensamientos extenuantes, complicados y extraños. El intelecto es agudo y despierto. La sencillez invoca al instinto, la intuición y el discernimiento para crear pensamientos con esencia y sentimientos de empatía. En la sencillez hay altruismo, el que personifica esa virtud ha renunciado la posesividad y está libre de los deseos materiales que distraen el intelecto haciéndolo divagar hacia territorios inútiles. Las personas que viven con sencillez, generalmente disfrutan de una relación cercana con la naturaleza. Su ética proviene de las tradiciones perennes que funcionan en armonía con las leyes de la naturaleza. Se levantan al amanecer y se retiran al anochecer. Conocen la hora del día por la posición del sol y determinan las fechas de los días sagrados por la posición de la luna. La ética de la sencillez es la precursora del desarrollo sostenible. La sencillez enseña a economizar. Enseña a investigar gracias al ejemplo de los que son claros y sinceros sobre sus necesidades y viven de acuerdo a ello. Sencillez es la conciencia que dirige una llamada a la gente para que se replantee sus valores. La sencillez atrae al instinto, la intuición y el discernimiento para crear pensamientos con esencia y sentimientos de empatía.

Félix Morales dijo...

El problema es que sin un líder o una persona que cuando estemos perdidos nos ayude o nos oriente solo cometeremos errores demás. Algo que encontré en la red es que la sencillez atrae al instinto, la intuición y el discernimiento para crear pensamientos con esencia y sentimientos de empatía. Sencillez es la conciencia que llama a las personas a replantearse sus valores. Si uno no es sencillo no puede ser sensible a los árboles, a los pájaros, a las montañas, al viento, a todas las cosas que existen en el mundo que nos rodea. Y si no hay sencillez, uno no puede ser sensible al mensaje interno de las cosas. La mayoría de nosotros vive muy superficialmente, en el nivel superior de la conciencia (la mente). Allí tratamos de ser reflexivos e inteligentes, lo cual es sinónimo de religiosidad; allí tratamos de que nuestra mente sea sencilla, mediante la coacción, mediante la disciplina. Pero eso no es sencillez.

Cuando forzamos la mente superficial a ser sencilla, tal imposición no la torna ágil, flexible, rápida, sino que sólo consigue endurecerla. Ser sencillo en todo el proceso de nuestra conciencia es extremadamente arduo. Porque no debe existir ninguna reserva interior, tiene que haber ansia por averiguar, por descubrir el comportamiento de nuestro ser. Y eso significa estar alerta a toda insinuación, a toda sugerencia, darnos cuenta de nuestros temores, de nuestras esperanzas, investigar y liberarnos de todo eso constantemente. Sólo entonces, cuando la mente y el corazón son realmente sencillos, cuando están limpios de sedimentos, seremos capaces de resolver los múltiples problemas que se nos plantean. Interiormente somos prisioneros, aunque en lo externo parezcamos muy sencillos.

Deseos, apetitos, ideales, de innumerables móviles somos esclavos. Y, para encontrar la sencillez debemos ser libres. Al investigar nuestro ser nos hacemos cada vez más libres y más sensibles. Cualquier forma de autoridad o coacción, interna o externa, contribuye a la insensibilidad. Ninguna forma de coacción puede conducir a la sencillez, al contrario, cuanto más reprimís, sustituís, sublimáis, menos sencillez existe, aunque exista cierta apariencia.

Por Félix Morales

Guirmar dijo...

La sencillez de la Flor

Es una comparación muy asertiva. Al comparar la flor con la sencillez.La sencillez es esencial, sólo puede surgir cuando empezamos a comprender el significado del conocimiento propio.

¡Qué difícil es ser sencillo!Al ser humano se le hace muy difícil ser sencillo. Son muy pocos los seres humanos que son sencillos. La sencillez es naturalidad, humildad, amor, espontaneidad, soltura. La persona sencilla no complica las cosas, no busca problemas, no practica ese arte en el que casi todos somos expertos, el arte de amargarnos la vida.

Los ingleses tienen una frase que podría ser el lema de los sencillos: 'Take it easy'.
A veces pasan desapercibidas como el aire, porque están llenas de transparencia, de ligereza. La persona sencilla es lo que es, sin duplicidad, sin complejidad, libre de pretensiones, sin hipocresia.

Nada tienen que demostrar porque se despreocupan del parecer y no están delante del espejo continuamente retocándose y con vanidad. No pretenden la perfección y hasta sus defectos resultan soportables y disculpables. La sencillez es la virtud de la infancia, tiene el aroma y el encanto de la inocencia alegre, la dulzura y la ingenuidad.

Ojalá no perdamos nunca esa parte niño/a que habita en nosotros.
Alguien podría confundirla con la simplicidad. Nada más lejos, la sencillez es también la virtud de los sabios, capaces de convertir lo aparentemente complicado en sencillo.

Los falsos sabios hacen lo contrario, convierten lo sencillo en complejo y utilizan un lenguaje oscuro porque sólo si el agua está turbia puede parecer profunda sin serlo.

Guirmar

yolanda dijo...

Wilma, la sencillez de la flor es un tema que abarca tanto…que se me escapan las palabras. Primero pertenecen a la naturaleza, las flores simbolizan que la vida continúa no importa la adversidad. Adornan los lugares más inhóspitos y raros que te puedas imaginar. Hermosura sin igual, su forma, color, tamaño, textura y sobre todo su aroma nos deleitan cada vez que las observamos. Alegran el alma triste y acongojada con solo echarles un vistazo. Dicen que las flores son la sonrisa de la madre naturaleza.

Quizás el poeta cuando utiliza esta frase: la sencillez de la flor quiere decirnos tantas cosas. Son naturales, no conocen de artificios, cumplen su propósito sin más preámbulos. Si hablaran y pensaran como nosotros dirían que son inteligentes, ya que su colorido atrae a las abejas y así estas las polinizan. No escogen el árbol o yerbajo en donde yacen, simplemente están ahí.

Ahora bien ¿qué me dices de nosotros? ¿Seremos capaces de emular la sencillez de la flor? ¿Qué va? Si con lo imperfecto que somos aquel o aquella que se precia de sencillo simplemente no lo es, ya que la sencillez es hermana de humildad y el humilde no tiene que decir es sencillo simplemente lo demuestra con sus actos. Si fuéramos una sociedad sencilla, las tiendas por departamentos no estarían abarrotadas como están en una época de recesión económica. Lo gracioso de esto es que hoy día el gobierno con los impuestos te está empobreciendo y forzándote a ser sencillo aunque no sea tu gusto. Los legisladores te dirigen a esto, pero ellos encontraron una forma de vida exenta de la sencillez.

¿Qué es entonces ser sencillo? En lo personal considero que este estado del ser es relativo, va a depender de la cultura, ética y personalidad de cada cual. La sencillez puede darse en el contexto social, material, educativo, profesional o mentalidad que se tiene de las cosas. La vida de la naturaleza es sencilla y compleja a la vez, mas nosotros los seres humanos somos tan inconformes, que lo sencillo lo complicamos hasta enredarnos y afectar de manera adversa lo que está a nuestro alcance

Maggie dijo...

Cuando leí el tema de tu escrito me hizo recordar loa rosa del principito. Nos enseña el valor de la amistad: con su rosa, que a pesar de ser vanidosa y coqueta la rosa, a la que deberá cuidar de su nuevo amigo el cordero, poniéndole un bozal a éste, porque ella "es tan débil y tan inocente”. Y sólo tiene cuatro espinas para defenderse contra todo el mundo..."


Releer la historia es siempre delicioso. Siempre se conserva nuestra esencia, aquella que nos convierte en niños, en seres llenos de pureza y sencillez sin duda alguna uno de los grandes libros de la historia. Por su sencillez y la profundidad, de sus letras.


El tema central de “El Principito” es la amistad. Podemos encontrar dos temas muy definidos, la incapacidad de los adultos para comprender la sencillez propia de los niños, que no necesitan tanto para ser felices. También nos habla de la infancia, con claras connotaciones a su propia experiencia.


Como señala el Zorro en “El Principito”: “Se trata de hacer que un día sea diferente de los demás, y una hora de las otras horas. Si buscamos la y la sencillez debemos saltar de someramente intelectual a lo afectivo, y crear vínculos con naturalidad, sencillez y normalidad, y sabiendo que no es labor de un día. Estamos ante una tarea que no cesará nunca, y no sólo en la escuela, sino también en nuestras relaciones familiares, con los amigos, compañeros, en el patio, jugando, en la calle, o en la playa, en el diario vivir.


En una de esas presentaciones de power point que le envían a uno, me llego una que se relaciona mucho con la sencillez de lo que nos rodea en la vida y no lo notamos. Una vez a una maestra le pregunto un estudiante ¿qué es el amor? La maestra no sabía como contestarles de manera que todos entendieran y les dijo que para la próxima clase le trajeran lo que más despertase en ellos el sentimiento del amor. A la próxima clase la maestra les dijo que quería que cada uno le mostrase lo que trajo consigo. El primer alumno le trajo una flor, el segundo alumno dijo: Yo traje esta mariposa de gran colorido y la guardaría en su colección. El tercer alumno dijo que trajo un pajarito que se había caído del nido. Así sucesivamente los estudiantes fueron presentando lo que habían recogido lo que más les hacia sentir amor. Cuando terminaron, la maestra notó que una de las niñas no había traído nada y que había permanecido quieta durante todo el tiempo. Se sentía avergonzada porque no había traído nada. La maestra se dirigió a ella y le preguntó: que había traído, tímidamente, respondió: Disculpe, maestra. Vi la flor y sentí su perfume; pensé en arrancarla pero preferí dejarla para que exhalase su aroma por más tiempo. Vi también la mariposa, suave, colorida, pero parecía tan feliz que no tuve el coraje de aprisionarla. Vi también el pichoncito caído entre las hojas, pero... al subir al árbol, noté mirada triste de su madre y preferí devolverlo al nido. Por lo tanto, maestra, traigo conmigo el perfume de la flor, la sensación de libertad de la mariposa y la gratitud que observé en los ojos de la madre del pajarito. ¿Cómo puedo mostrar lo que traje? La maestra agradeció a la alumna y le dio la nota máxima, considerando que había sido única que logró percibir que sólo podemos traer el amor en el corazón. En la Sencillez de una Flor podemos sentir que el amor se lleva en el alma, es Recordar, es Disfrutar, Amar es ser sencillo y disfrutar la naturaleza con ojos de niño.

Naty dijo...

La Sencillez de la Flor

Una personalidad sencilla a veces puede pasar inicialmente desapercibida, pero su fortaleza interior y su encanto es mucho más profundo y perdurable.
Probablemente no hay nada más chocante que una personalidad "inflada" o quienes se vanaglorian constantemente de sus propios logros, cualidades y posibilidades. Una personalidad sencilla a veces puede pasar inicialmente desapercibida, pero su fortaleza interior y su encanto es mucho más profundo y perdurable.

La personalidad sencilla es única, recia, sin adornos ni artificios, no le hace falta mostrar y poner en un escaparate sus posesiones y cualidades porque son evidentes y naturales. La sencillez nos enseña a saber quienes somos y lo que podemos.

Durante una conversación escuchamos en una ocasión a una persona que decía "detesto a las personas "sofisticadas"". Lo había dicho una persona inmensamente rica, con grandes dotes intelectuales, con una posición social privilegiada y con una familia notable durante muchas generaciones. Esa persona era probablemente la que más derecho habría tenido a mostrar la sofisticación de ropa de diseñador, varios automóviles exóticos, una conversación plagada de términos rimbombantes derivada de su profunda cultura, una altivez propia de la dignidad de una familia importante. Y sin embargo decía "detesto a ls personas "sofisticadas"". Y las detestaba porque precisamente en su medio social veía lo peor de la miseria humana: altivez injustificada, grosería constante ante la servidumbre, orgullo de una cultura superficial.

La cultura de hoy a veces quiere hacernos creer que valemos por nuestra ropa, por nuestros autos, por estar a la moda, porque somos poderosos, porque podemos humillar. Pero precisamente toda esa cultura es la llave al gran vacío interior que comienza a caracterizar a nuestra sociedad.

Es fácil caer en la tentación de "lucir" en cualquier circunstancia: al entrar a un restaurante, al asistir a una fiesta importante... A veces podemos pasar muchísimo tiempo tratando de encontrar la ropa, accesorios adecuados, y podemos caer en la afectación en nuestra postura y tratar de cuidar cada palabra. Esto también con frecuencia puede quitarnos totalmente la espontaneidad y la frescura haciéndonos francamente insoportables y logramos exactamente el efecto contrario de lo que queríamos, en lugar de agradar desagradamos.

Doris Vilma Rodríguez dijo...

La flor es lo más vistoso de una planta, pero no busca ser lo más importante. La flor depende de otros elementos de la planta para crecer y mantenerse hermosa, por lo que no alardea de sus dotes, ya que permanece viva mientras este junto a su planta, tan pronto se separa de la misma comienza a marchitarse. Por otro lado la sencillez es una cualidad y no una característica. Una cualidad que poseen las personas que mantienen un trato amable y de igualdad con sus semejantes. Personas que comprenden que necesitan de los demás para realizar cierta tarea, por lo que no son omnipotentes.

Ser sencillo implica aceptarse con sus virtudes y defectos y no pretender adornarnos excesivamente para imitar a los demás. Entendiendo que somos seres únicos e irrepetibles y no necesitamos competir con los demás, sino por el contrario ser siempre nosotros mismos y no buscar imitar a nadie. Las personas sencillas son por lo general muy felices. Viven sin preocupaciones, debido a que además de aceptarse tal cual son, no albergan sentimientos negativos hacia el prójimo. Sentimientos como la envidia, el egoísmo y la vanidad. Los seres humanos que son sencillos, son humildes. Son personas que por lo general todos los quieren mucho. Gozan de la compañía de personas como ellos.

Casi todas las personas disfrutan de las flores y sus colores brillantes, sin embargo ellas no necesitan adornos para ser admiradas. Simplemente con los atributos que Dios les dio atraen la atención de la gente. Una flor brota cuando menos uno lo espera, como la sencillez que no la buscamos, ella vive en nosotros y se presenta ante episodios que no hemos determinado. La opacamos cuando tratamos de imitar a los demás o de ser superiores. La superioridad es un elemento que le da sepultura a la sencillez, no podemos dejar que nuestras aspiraciones se salgan de control. Mantengamos la hermosura que vive en nosotros, nuestros sentimientos y cualidades positivas. Como las flores necesitamos de un tallo para alimentarnos y por ende para vivir. Por lo que entiendo hiciste una buena comparación entre la sencillez y la flor.

gloria_sentimientos dijo...

Sencillo, humilde, sincero, capaz de hacer feliz a cualquier ser humano, son los niños puertorriqueños. Poseen la sencillez de una flor. Con una aroma suave, pura, natural, característica de su niñez. Contagian al mundo entero con su risa, travesuras y juegos. Son seres incansables pero que mucho nos llenan. Cada uno de nosotros debería poseer parte de esta bella sencillez, hay que ser niño en algunos momentos, gozar, reírnos hasta de nosotros mismos. Debemos olvidar los egoísmos, envidia, rencor y disfrutar cada momento como un niño.
A veces las experiencias engañan y aparentamos lo que no sentimos, hay que ser sinceros, sin ser crueles. Hay que ser libres, expresar lo que sentimos, sacar todo afuera. Debemos buscar en nuestro interior para encontrar esa sencillez que nos hará más libres y proyectaremos la belleza que tiene una flor por su sencillez. La flor mientras más sencilla más bella nos transporta a lugares muy agradables con su color y su aroma. No hay que ser demasiado altanero para llamar la atención o que los demás puedan atendernos, muchas veces, la sencillez y la humildad llega y cala más hondo que todas las demás cosas. Hay que ser sensible ante las situaciones de los demás, proyectar nuestra belleza a través de nuestras actitudes y atenciones. Cuanta alegría sentimos y cuan maravillados quedamos cuando vemos abrirse una flor. Ofrecer tanta belleza a través de su sencillez. Saber y recordar que hay un Ser Maravilloso y Supremo que todo lo puede y ha sido capaz de crear tanta belleza para que nosotros los seres humanos los disfrutemos. Aprendamos a ser sencillos como los niños, como las flores que proyecta tanta paz, alegría, deseos de vivir a plenitud y disfrutar cada segundo de la vida. Hay que vivir sin apariencia, seamos originales. El hábito no hace al monje.Disfrutemos todo lo bello de la naturaleza las flores son parte de ella.Nos producen una sensacion inesplicable,nos transportan a un mundo lleno de grandes sensaciones.Dios nos dio esta bella isla para que disfrutaramos sus bellezas,las cuidaramos para que tambien la usen las futuras generaciones.Valorala.

Carmenjoan.blogspot.com dijo...

Hola: Wilma

LA SENCILLEZ DE LA FLOR

Las flores simbolizan lo bello que hay en la vida y las cosa buenas que se encuentran en ella.
Como decía madre Teresa de Calcuta
La Vida ES…
La vida es una oportunidad, aprovéchala.
La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es un sueño, hazlo realidad.
La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es un misterio, descúbrelo.
La vida es promesa, cúmplela.
La vida es amor, gózalo.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es una tragedia, domínala.
La vida es aventura, vívela.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es vida, defiéndela.

Las flores tienen un símbolo muy especial para muchas personas. Las flores representan el amor, la ternura, paz y todas las maravillas que producen el ver un lugar repleto de flores preciosas. Las flores representan los sentimientos y cualidades de las personas enfocándonos en la característica de ser sencillo es una persona que no tiene ínfulas de ser mejor que nadie. Obviar los adornos en exceso, de modo que no se busca llamar la atención. Una persona sin malicia a veces se considera que podría ser una persona ingenua. Estoy de acuerdo en que todos demostremos lo que de una forma otra tenemos en nuestro interior. Cada persona tiene su propia personalidad. La sencillez es una cualidad que no muchas personas tienen. Hoy día es muy difícil encontrar personas sencilla, porque en la mayoría de los casos esta característica esta asociada con la imagen o proyección de la persona. Actualmente en el caso de las féminas en la mayoría de las ocasiones se esta muy arreglada, con ropa adecuada para las exigencias de algunos trabajos y es muy difícil de primera instancia reconocer si esa mujer que luce espectacular es sencilla o no. Solo se podría demostrar al expresarse y conocerla más a fondo, escudriñando el interior. Me encantan las flores sobre todo las rosas porque son el símbolo de los sentimientos más arraigados que hay dentro del corazón.